Durante la oscuridad...

El agua fría cubría parte de sus pies, llegando mas arriba de los tobillos cuando esta avanzaba y regresaba. Las huellas solitarias que dejaba en su trayecto desaparecían poco a poco, por causa del liquido salado.

Sonrió, era una bonita noche, el cielo totalmente despejado, que hacia que las estrellas mostraran todo ese hermoso esplendor, una sensación de tranquilidad en el ambiente.

Con la mano desocupada [ya que con la otra sujetaba su calzado], la llevo hasta uno de los “escurridizos” mechones del costado, pasándolo atrás de la oreja; con el leve viento era un tanto difícil mantenerle ahí. Por suerte solo era uno…

en un lado de la arena se encontraba un hombre recostado en la mísma, la calma teñía su momento, sus ojos cerrados, los pies acariciados por el agua mientras el viento movia su flequillo, diriia su mirada una vez abiertos sus ojos hacia las estrellas, sus dedos yacian en la fria arena, era su hora de descanso, el trabajo le habia estado matando, cerro de nuevo los ojos mientras se iba dejando sumergir por la marea, puesto que la misma estaba subiendo, su camisa blanca se iba transparentando y la morenez de su tez se iba reflejando con la luz del sol, manteniendo siempe su cuerpo tenso-

mmhh...que calma...

Seguía entretenido con el mirar al cielo, pero una distracción, una voz de alguna parte causo que sus orbes buscaran el provenir de esta...
no tardo mucho, al observar un joven recostado placidamente en la arena. Por su parte sonrió regresando la vista al oscurecido cielo.

- si, hay mucha calma - afirmo ante las palabras del chico, pasando sus manos hacia atrás junto con el calzado.

supongo que es gracias a la hora

-se sonrió a la oscuridad que le envolvia, deslizando sus manos por la arena, finalmente se recosto de forma mas comoda, sus manos apretaban la arena y la dejaban escapar entre sus digitos, como si fuera un juego, mientra sus ojos de nuevo se abrian, mirando las estrellas, aunque habia pocas habia las suficientes para poder disfrutar en la noche, cerró denuevo los ojos, mientras suspiraba placidamente-

Pocos segundos después, ya con las manos enfrente, se sentó en la arena a lado del extraño; ni tan lejos pero tampoco cortando distancia.

- si ha de ser eso - arqueo los ojos, con un abrir enseguida...pasando su mirar de reojo al chico...sin perderlo de vista.

- Hashiba Renji - dijo como un ademán de saber su nombre.