Un buen... ¿Masaje? -Privado-

Luego de un largo día Angel regresó al Hotel donde se hospedaba para darse un buen baño. Al acabar lo mejor que se le pudo haber ocurrido era darse unos buenos masajes. El problema de cuando llegó es que no había nadie. Bueno... era cuestión de esperar ¿no?

Tenía en claro que debía estar sin sus ropas para cuando iniciara la sesión. Por eso ya estaba desnudo y con una bata puesta encima. Una ligera y suave.
Mientras tanto esperaría sobre una de las camillas sentado, leyendo una revista.

El día que avía tenido, avía sido bastante cansado, le dolía el cuerpo ya que hoy avía tenido sesión de fotos y le pedan que hiciera posiciones un poco incomodas, y tenia que mantenerlas por tempos bastantes largos y eso hizo que terminara con un fuerte dolor muscular.

Su manager le pidio, que por favor asistiera a un masaje lo mas pronto posible porque mañana también tendría que sacrificarse de esa manera.

Pero bueno por lo menos hoy dormiría tranquilo.

Llego alas taquilla para cambiarse de ropa, y poner la bata.
Y entro en saloncito. Y alguien ya Esteva esperando ahí.

-haa discúlpeme, no sabia que ya había alguien esperando.-

Hizo una reverencia de disculpa y vio que avía dos camas, pero no vio prudente quedarse.

Asi que se dio vuelta para salir…

- ¿Hmm? - Alzó el rostro confuso, cerrando la revista para negar con la cabeza. - No no, puede quedarse también - Le sonrió tranquilo mientras con una de sus manos hacia una seña hacia la otra cama. No le importaba tener una sesión con alguien más. Sería interesante quizás. Y así podría conversar.

- Acabo de llegar... seguro el muchacho ya vendrá atendernos. Supongo... -Agregó sonriente.

Que atractivo era aquel joven, se avía topado con chicos guapos en aquel hotel. Pero el era… demasiado… sin darme cuenta quede embelesado con el hablar de aquel joven que esperaba sentado con aquella fina bata, que marcaba los contornos de su cuerpo…

-ha...si... gracias... esperare, justo… justo en esa silla.-

“Aaa no puedo creer que me puse nervioso… a de pensar que soy un tonto,… demonios”

Camine pero…desgraciadamente un incidente…

Me tropecé con la pequeña alfombrita que ponen debajo de las sillas y caí justo encima de aquel muchacho…

Parpadeó por la actitud ¿nerviosa? del sujeto, pero no le pareció mala, no todas las personas eran calmas como él mismo. Lo sabía por su trabajo, el manejar con personas casi todo el tiempo, en especial cuando daba vacunas...

Sonrió cuando fue hacia la silla pero su rostro se vió con sorpresa cuando tropesó, solo llegó a atraparle en brazos para que no cayera mal sobre suyo. Pero la posición quedó algo comprometida... las piernas de Angel abiertas y el mayor entre ellas mientras él le sujetaba.

- Ops... tenga cuidado... ¿Se encuentra bien? - Preguntó inclinando su rostro para verle.

Los brazos de aquel lo sostuvieron. Quedo desconcertado ante aquel suceso.

El rostro de aquella bella persona esta cerca del suyo, y haber caído en esa posición era insólito, las ropas de ambos estaban desaliñadas sus cuerpo por la sacudida quedaron al descubierto.
Sus mejillas se sonrojaron al instante.

-si… si…estoy bien... Lo lamento…-

Intento ponerse de pie, pero al parecer se avía lastimado su tobillo, asi que no pudo levantarse,…

-hay..hay… mi tobillo- se quejo

Fué él quién se sonrojó bastante pues al bajar la vista notó que tenía las piernas abiertas, a demás de su bata desalineada. Eso significaba que si el otro bajaba más podría llegar a ver su intimidad al aire libre. Por eso fue que con algo de esfuerzo (pues no era alguien muy fuerte que digamos) Le ayudo a levantarse un poco, y a su vez él mismo a bajarse de la camilla para que el otro se acomodara allí.

- Acomodese... déjeme revisar su tobillo - Le pidió preocupado. Cuando el otro ya estuviera sentado Angel le tomó de su pierna teniendo cuidado con su tobillo, moviéndolo un poco para revisarlo. - Umm... ¿le duele? - Preguntó moviendolo.

Se acomodo en el asiento.

Aquel joven estaba tocando su pierna y movía su tobillo

-nnghh- articulo solamente no dijo nada

Las manos de aquella persona eran tan suaves; se avían acomodado apenas sus batas el aun podía ver el pecho de aquel, podía notar la piel que era tan blanca y se veía también tan suave.

Quizás “inconcientemente” tomo la mando de aquel que sostenía su pie y acerco la mano mas cerca y la puso casi en su cuello.

-También aquí me duele-

Le dijo casi como un susurro…

Dejó de hacer girar su tobillo para sobarle muy suavemente. No quería hacerle doler más de lo que ya parecía que le dolía... Por suerte solo era una torcedura, tan solo necesitaría algo de hielo para el dolor y un calmante quizás.

Ante su gesto con la mano Angel quedó perplejo, sin comprender lo que hacia. - ¿aquí? - Cuestionó, ingenuo mientras tocaba suavemente su cuello para ver si en el tropezón no se había doblado mal esa zona u algo.

- Quizás debería acompañarlo a la enfermería para que le revisen... ¿Quiere? - Preguntó dejando su mano 'sin querer' sobre su pecho.

Me le que mirando a los ojos.
En ese momento cuando me hizo aquella pregunta…

-por favor… me duele… no creo que pueda ir asta alla… revísame tu…-

Le dije si que tampoco quitara su mano incitándolo a que se acercara un poco más.
Alcanzo a respirar la fragancia que despedía levemente, se estaba comenzando a estresarse, ante a aquello.

- ¿Yo?- Preguntó, aunque la respuesta era obvia. Parpadeó un poco antes de bajar ambas manos a tocar una vez más su pie. No estaba tan mal.. pero si lo dejaba así seguramente se le incharía y quizás podría ponerse feo y doloroso.

- Es una torcedura... pero necesita hielo. Mmm... quizás con un masaje se le pase pero no soy bueno en eso ¿Quiere arriesgarse o llamo a uno de los médicos del lugar?-

Me quede observándolo por unos momentos, en realidad si me dolía el tobillo pero no quería que el se fuera, así que soporte el dolor para que se me notara lo menos posible.

-No por favor no es necesario que llamemos a alguien mas, no, es tan grave…- dije interrumpiéndome, sentía las manos tocando mi pie.
Me estaba comenzando a descontrolar y verlo ahí frente a mí con esa bata, estaban causando una lucha interna dentro de mí.

Serenamente lo incité a que se acercara a mi pero intentando que no fuera tan obvio al hacerlo, quería que solo fuera un poco pro lo menos mirarlo mejor.

- Bueno... entonces le daré un masaje, espero que eso le alivie - Sonrió con gentileza ignorando el descontrol interno del otro para comenzar a sobar con suma suavidad su pie, quitando cualquier cosa que pudiera tener encima de este (zapato, etc). Primero sobó la parte donde estaría el dolor, en el tobillo, masajeando con cuidado mientras de vez en cuando observaba hacia él para confirmar si dolía o no.

- ¿Le sienta bien? - Preguntó mientras continuaba con tranquilidad, sobando incluso un poco más de su pierna, solo un poco más arriba de la zona afectada.

La mirada de el ahora se encontraba perdida.
La sensación de esas manos tocándolo… simplemente…
Esa suavidad esa calidez,

Se agacho tomo de nueva cuenta su mano, y sin despegarla la fue arrastrando mas arriba de su pierna, lentamente la deslizo por su pantorrilla girándola y pasándola ahora por su rodilla asta llegar al muslo, para esto hizo que aquel se levantara, lo acerco a el acomodando entre sus piernas que ahora estaban abiertas.
Aun sostenía su mano la llevo a por dentro de su muslo y la subió un poco mas y depuse se detuvo.

No levanto la mirada. Con su otra mano lo tomo por la cintura y lo acerco mas a el juntando sus cuerpos y sintiendo el calor corporal del otro.

Ahora si levanto su rostro y lo miro a los ojos, para depuse apoderarse de su boca y besarlo intensamente.
Moviendo sus manos desacomodando de nuevo sus ropas delgadas que no impedía el paso de las sensaciones de sus cuerpos.

Era el dulce sabor de sus labios lo que lo embriagaba y el contacto de su mano suave en la parte interna de su muslo (sin tocarlo aun ahí xb).
No pronuncio ni una palabra solo esperaba la reacción. De aquel Ángel…

No persirvió nada extraño con la actitud del mayor, aunque no iba a negar que le llamaba la atención su comportamiento anterior, era curioso pues le recordaba a los muchachos torpes y tímidos de la secundaría.
Quién lo diría... semejante belleza ¿tímido? No, eso no se lo creía...

Y en efecto, sus creencias eran ciertas, pero no iba a negar que quedó algo estupefacto cuando su mano fue guiada hasta el muslo ajeno el cual tocaba casi con temor.
Enseguida un sonrojo adornó las mejillas cuando le dejó en aquella incómoda y comprometedora posición. - O-oiga... yo... - Tartamudeó un poco por la cercanía, sin embargo le besó. ¡Sí! ¡Le acababa de besar! ¿Acaso tenía un imán o algo así para los hombres? Aquello le daba escalofríos, pero no se resistió mucho a su beso. Tan solo al separarse quedó extasiado con levedad, sonrojado y con la mirada apartada. Eran pocas las veces que se sentía asi de tontuelo. Pero dada las circustancias...

- Supongo que está mejor... ¿Verdad? - Murmuró observándole de reojo.

El estremecimiento de aquel lo divierto, y por supuesto sus palabras también. Le sonrió.
Le tomo de la barbilla e hizo que le mirara de frente, le ofrecía una sonrisa,

-pues…- le sonrió- la verdad… creo que aun me duele otra cosa… me gustaría saber si me puedes ayudar.-
Le dijo soltando su mano, sabiendo que no la quitaría de ahí lo tomo de las ropas y se la retiro despacio, bajándolas desde sus hombros y dejando al descubierto poco a poco su piel blanca, llevaba puesto el cintillo que es conjunto de aquellas ropas tradicionales, la tela le caía asta los codos pero cuando hubo desatado el cintillo estas se resbalaron como mantequilla sobre su blanca piel.

El Rostro de Kiosuke observaba el cuerpo ahora desnudo de aquel hombre, su mirada estaba ardiendo al igual que su cuerpo.
Acerco sus manos a el de nuevo, lo tomo de su rostro, bajo asta su cuello, sus hombros su pecho su estomago, su cintura disfrutando los escalofríos que causaba en aquel…

Sus ojos grises quedaron fijos en los ajenos cuando le cogió de la barbilla. Y acabó por hacerle sonrojar de sobremanera con sus palabras. Ya podía imaginar que 'cosa' le dolía también. Pero no podía... no... Aunque no iba a negar que le ponía cachondo la idea de tener una aventura ahí mismo, con un hombre fórnido y completo.

- Yo... no sé...- Aunque aun se sentía tímido... ¡Si!¡Tímido! Era un completo idiota, pero ciertas veces las personas le ponían así. En especial cuando no espera que le suceda algo así.

Para cuando se dio cuenta su fina ropa desendía con suavidad por sus hombros, rozando dulcemente sus pezones que no tardaron en erectarse. También por el suave toque ajeno que ejercía con sus manos.
A ese punto ya no supo que hacer, las ropas cedieron dejándole completamente desnudo frente a él, algo que le hiso estremecer nuevamente. - Pero... señor... aquí nos pueden 'atrapar'... no me gustaría eso - Comentó con la cabeza gacha pero haciendo un caminito sutil con sus dedos sobre la entrepierna ajena que aun estaba cubierta por la tela.