Noche de copas (Libre)

Había tenido un día difícil, demasiado para su gusto, por lo que molesto y a regañadientes ya que nunca admitiría que había fracasado en cualquier cosa mucho menos a si mismo, su egocentricidad le llevaba a buscar esa perfección.

Tomo las llaves del coche y condujo a toda velocidad hasta el bar más cercano aparcando el vehículo retiro las llaves y se encamino al bar, con indiferencia miraba a los presentes sin que ninguno le interesa para esa noche, cuando se encontraba molesto nada era suficiente para èl.

Apoyando las palmas en la barra llamo al barman ordenando un whisky irlandés en las rocas.

-Mejor me hubiese ido a dormir- se regaño mentalmente al tiempo que agradecía por la bebía, tomo un trajo pequeño dejándola aun lado suyo para dedicarse a admirar el paisaje con la sonrisa más animada que pudo entrar- Así de repente me vuelvo un hipócrita- murmuro para si sin cambiar un ápice su expresión.

Sin tan desganado se encontraba ¿por que no se iba? Simplemente al final de cuentas había decidido ceder ante su impulso.

Por su lado Angel no tuvo un día atareado, ni para nada negativo. Aunque podría decir que si conflictivo en cierto sentido mental pues, no tenía una semana de llegado a la isla que ya tuvo ciertas aventuras con desconocidos. Sabía que eso no estaba bien, por lo menos para un joven calmo como era él, sin embargo visto de otra perspectiva lo necesitaba. Un poco de acción no hacia mal a nadie ¿Verdad?
Estaba seguro que la gran mayoría de los hombres que se encontraban por la ciudad hacían prácticamente lo mismo. O quizá peor.

De hacia un buen rato se encontraba en el bar bebiendo un simple, pero dulce Daiquiri de fresa. Un trago bastante suave, pero rico para su paladar. No era muy participe del alcohol.

Suspiró largamente achinando los ojos un segundo luego de presenciar al otro cliente. - ¿Día largo...? - Cuestionó observándole de reojo. Por lo general quienes iban a un Bar a esas horas era por sus días atareados o difíciles. ¿Sería ese su caso? Podría ser.
Mientras tanto le daba un sorbo a su bebida con lentitud. Sinceramente estaba bien preparada con mucha fresa.

Ladeo el rostro con algo de pereza implícito en tal gesto, una sonrisa figurativa y amable termino por instalarse en su rostro al mirar al chico que le hablaba.

-Algo aun que- su orgullo siempre por delante, aquel fracaso seria minimizado y más si se encontraba coqueteando con un desconocido- Sin estos días las cosas serias muy aburridas, ¿no te parece?- aquello era más una afirmación que una pregunta.

Girando sobre sus talones volvió por completo ante el chico, con gentileza le tomo de la mano depositando un suave beso sobre ella como el caballero que era, sin romper en ningún momento el contacto visual.

-Te invito un trago para ponerle la cereza al pastel- al final de cuentas el día podría mejorar y como no, después de todo el hablar con un chico lindo siempre le ponía de buen humor por negro que pudiese estar el día, un olorcillo un tanto particular invadió sus sentido haciendo que la sonrisa que adornaba su rostro se incrementara- o quizás prefieras que sea fresa.

Se llevo el trago que había pedido a los labios tomando un buen sorbo, le faltaba algo y ya sabia que.

-Perdona mi descortesía al no presentarme pero tu simple presencia me hizo parecer este lugar simplemente irreal-guiñándole un ojo con galantería- Mi nombre es Shelkian y es un placer conocer a tan rara y exquisita joya.

Oh bien, si fuera otra persona podría mostrarse quizás altivo al pegar justo en el clavo. Aunque claro, él nunca se daría cuenta del haber acertado, ni tampoco era esa clase de personas... - No lo sé, Quizás aquí no, pero en otro lado sí - Afirmó otorgándole una mirada cálida, aceptando de todas formas sus palabras.

Su cuerpo medio giró hacia él acomodando su codo sobre la barra mientras sostenía con delicadeza la copa con su Daiquiri.

-¿Cereza? - Cuestionó luego de negar con una sonrisa - Prefiero una fresa, si es grande y jugosa mejor - Rió a penas audible. Vaya frases con doble sentido... Eran tan cómicas.
Lo que si, aquel gesto le tomó desprevenido y no pudo sino verle con rostro algo perplejo, y qué decir de su ínfimo rubor que remarcaba sus pálidas mejillas. - Jeje... Es usted un caballero curioso... Como hay pocos - Remarcó esquivando la mirada. Si había algo que adoraba eran esas cosillas tan encantadoras. Un buen dialecto, una muestra de respeto. Caballerosidad...

Ok, estaba a punto de colapsar por el ensueño. - Supongo que lo raro será por mi cabello... - Comentó con cierta gracia. - Angel, es un placer - Acabó por presentarse con cierta dulzura en su voz. - Aunque no sabría decir si es raro o es encantador...- Agregó sonriente al acabar por darle otro sorbo a su bebida. El ultimo por así decirlo.

Alzo una ceja interrogativamente al detectar la clara frase en doble sentido, si lo que buscaba eran fresas, él se encargaría de ofrecerle las más jugosas y dulces que hubiera probado jamás.

En sus ojos se pudo leer un gesto tranquilo denotando cierta satisfacción al notar que Ángel apartaba la mirada, le parecía simplemente encantador y llamativo. La verdadera inocencia es algo difícil de encontrar y sostenerla con los dedos desnudos el mayor de los placeres.

-Lo vez incluso tú nombre me da la razón sois un verdadero Ángel- Una pequeña risita se escapo de sus labios antes de proseguir- Seria un poco de ambos creo, raro por que últimamente las personas perdieron el talento para ser amables, creo que ya no viene incluidas las clase de etiqueta y buen comportamiento- mientras hablaba se fue acercando más al joven quedando lo suficientemente cerca para distinguir claramente el perfume que destilaba- Y encantador me tendrás que perdonar pero mi modestia no llega a tanto para no sentirme alagado con semejante comentario y recalcarlo aun más… simplemente no puedo comportarme de otra forma ante la beldad.

Recargando el cuerpo contra la barra en actitud contemplativa se dedico a mirar Ángel con sumo interés.

-¿Me dejas invitarte un trago? O quizás algo más-Agrego con voz provocativa y seductora, dos podrían participar aquel juego de palabras y frases dichas en doble sentido

Tuvo que negar suavemente con su cabeza cuando mencionó lo de ser un ángel. - Eso creen la mayoría... - Sonrió perdiendo la mirada en aquella copa vacía mientras un recuerdo fugaz de su madre venía hasta su mente.

¿Por qué...?

Nostalgia. Curioso... ¿Hacía cuanto no sentía algo semejante? Frunció fantasmalmente su ceño por su dejo repentino, y sonrió, observando de regreso al mayor cuando se acercó más hasta él. - Si fuera una mujer lo más probable es que cayera en su encanto ahora mismo - Rió sin poder evitarlo esta vez, tapando sus labios con sus delicados dedos. - Aunque no negaré que me halaga, y me gusta -

Sinceridad. Algo que apreciaba mucho, siempre y cuando sea bien usada.

- Puede que acepte un trago - Comentó con la cabeza gacha pero con los ojos fijos en el otro, maldiciendo quizás por dentro aquel calorcillo que invadía sus pálidas mejillas. - El 'algo' de momento no, gracias - Agregó con simpatía y calidez, algo que no podía desechar. Así era él.

-Me han dicho que tengo ese efecto en ellas pero como vez ellas no en mi, así que agradezco que tu no lo seas- bromeo tranquilamente, sonriendo inconcientemente por la risa del otro… siempre le había gusto escuchar la risa ajena le recordaba tiempos felices-En cuanto a lo otro, seguirá abierta la propuesta para ti por tiempo indefinido… y eso me demuestra que no eres un chico fácil será divertido hablar contigo.

Haciendo una breve seña al barman para que repitiera ambos tragos, una vez que se los trajo con suavidad y elegancia apenas tocándolo le entrego el suyo a su compañero sonriendo provocativamente.

-¿Dime Ángel vienes muy a menudo a estos lugares?- la curiosidad es innata en todos los hombres- Me gustaría conocerte más a fondo insito me resultas interesante.

Volvió a beber un poco más vaciando la mitad del nuevo trajo que le habían traído de un solo golpe.

-Me llamaras pregunto, pero bueno es parte de la profesión- su sonrisa dejo de ser seductora para bañarse con tintes nuevos de diversión y hasta destellos de infantilismo- Hablemos de nosotros ¿Te parece bien?

Rió nuevamente encantado de sus comentarios. Se sentía casi como un chiquillo. Vaya que pasaban rápido los años... ¿Cuando fue la última vez que se había enamorado de un niño? Ya ni recordaba.

- jejeje... de acuerdo, veré si la aceptó luego ¿Le parece? - Sonrió coqueto quizás viendo que entregaban ambos tragos. No sin antes notar aquel curioso gesto otorgado por el otro. Pero él no se quedaba atrás, con un leve toque de sus dedos recibió su copa y alzó ésta para darle un sorbo tranquilo.

-Sinceramente no, no suelo venir a sitios así. En realidad no soy dado al alcohol - Comentó jugando con su dedo índice sobre el borde de vidrio. Y era que podía emborracharse fácilmente, por eso el sonrojo en sus mejillas. Le hacia 'mal'... - Si quiere conocerme pues... aquí estoy ¿no? Pregunte lo que guste, no me enojaré por ello - Agregó sonriente. Pero notando algo en él:

- ¿Acaso es psicólogo? - Cuestionó. - O quizás sea reportero - Agregó entonces acomodando su cabeza sobre el puño de su mano. - Yo soy enfermero, me gusta dar inyecciones - Rió con picardía. Y lo peor de todo es que era cierto. En especial si era en traseros firmes. Pero shh... eso era un secreto.