Agh...sal de ahí maldito

Aburrido deja de andar gradualmente hasta quedarse quieto. Levanta la mirada, el sol refleja en los cristales de las gafas. Entrecierra los ojos y sonríe breve. No hay mucho que hacer durante la tarde; pero el día es bueno y sería lastimero meterse en casa.

Vuelve a caminar hasta llegar a una banca, toma asiento dejando la cartera a un lado, cierra los ojos y disfruta la caricia del sol.

Al cavo de unos minutos, atontado, alza los párpados y gira la cabeza. El pelo rebelde se mueve para acariciarle las mejillas. Observa un punto rojo sobre el cuero del maletín. Tarda unos momentos confusos en identificar la terrorífica figura de más de cuatro patas.

¡Un escarabajo!

La piel se le pone de gallina, el corazón se dispara y el color abandona su cara. No se dio cuenta pero gritó y se levantó del asiento reculando paso tras paso sin retirar la vista asqueada del pequeño bicho.

-agh… sal de ahí maldito…

Iba haciendo mi carrera matutina por el parque cuando escuché un grito. Pensé que alguien tenía problemas y rápidamente me acerqué.

Vi a un hombre que miraba un maletín sobre una banca. Se veía muy asustado y no pude dejar de acercarme para ofrecerle ayuda.

- Etto... disculpe ¿se encuentra bien?

Gira la cara aunque la mirada tarda en seguir el movimiento. No quiere perder de vista al ocupa. Niega, avergonzándose y asintiendo.

-Ehm…sí… perdón… - baja la cabeza sin poder evitar una risa espontánea. Que ridículo se siente a pesar del susto. Señala el maletín – Es… no quería alarmarlo, solo estoy esperando que eso se marche para coger mis cosas…

Me mira entre asustado y sorprendido y luego asiente dándome a entender que está bien.

me señala el maletín y al principio no veo nada. Me acerco un poco y veo un pequeño insecto de color rojo caminando sobre el portafolios. Después miro al hombre. Estoy a punto de echarme a reir, pero me quedo muy serio para no avergonzarlo.

- Permítame - le digo y tomando al bicho con dos dedos lo pongo sobre un árbol un poco alejado, después vuelvo a donde el tipo se encuentra.

- Listo, me deshice del bicho - le digo con una gran sonrisa, que no es de burla sino de satisfacción.

Mientras ve cómo el chico se acerca al banco encoge los hombros, esperando la carcajada. Esta nunca llega, haciéndolo suspirar. Aprieta la boca, finita, finita, hasta casi desaparecer los labios mientras el otro toma el bicho y lo saca del lugar.

Tiene la cara toda colorada el maestro. Salvada por un desconocido de un depredador de medio centímetro o menos… ais.

-Gracias… - baja la cabeza, apoyando barbilla contra pecho y levanta una mano mordiéndose una uña – Te puedes reír ya si quieres – bromea, mirándolo de reojo.

- No tengo porque reírme, yo no soporto a las arañas y cuando veo una salgo corriendo y dando gritos.

Bueno, en realidad no tanto, pero intentaba hacerlo sentir mejor

- Me llamo Albert - digo extendiendo mi mano - ¿es nuevo por aquí? Yo vengo a correr todos los días y nunca lo había visto y le aseguro que conozco a casi todo el mundo que viene al parque, aunque sea de vista.

Es él quien ríe al final, tomando la mano extendida y estrechándola – Yo soy Mija, encantado Albert. Y gracias, serás mi héroe desde ahora – le guiña un ojo, yendo hasta el banco para recuperar el maletín antes de que algún otro ser diminuto e indeseable vuelva a conquistarlo.

Menea la cabeza de lado a lado en curiosa negativa al volver junto a Albert – Llevo dos meses en la isla, pero hace poco que empecé a salir a la calle – encoge los hombros señalando el sendero ante ellos - ¿Puedo ofrecerte un helado como recompensa?

Me estrecha la mano y luego se apresura a recoger el maletín.

- Llevas tanto tiempo y ¿no habías salido a pasear? Eso esta muy pero muy mal Mija ¿acaso eres muy tímido?

Echamos a andar por una vereda

- Un helado me vendría muy bien gracias, aunque en realidad no me siento merecedor ni de la recompensa ni de que me llames héroe, al fin y al cabo no era más que un bicho

Mija es agradable, pero me parece algo tímido. Yo empecé a salir el mismo día que me mude a la isla. A lo mejor solo necesita un amigo para animarse.

-No, en realidad no. Bueno sólo un poco. Digamos que estaba algo deprimido y me escondía –sonríe afable, escuchando el crujido del camino bajo sus pies y echando la mirada al recuerdo.

Ahora le parecen terriblemente lejanos, hasta es buen material para una historia nueva.

Regresa la atención a Albert.

-Ahora he empezado a trabajar en la universidad, así que tengo que salir cada día me ponga como me ponga – pero eso le alegra y más estar teniendo esta charla justo cuando se sentía solo.

Cruzan el parque hasta un puesto de helados con terraza. Hay sombrillas de tonos pastel y mesas blancas de forja. Es muy lindo. Reconforta ver alguna pareja de chicos sentada luciendo su amor sin tapujos.

-Coge sitio, yo pido. ¿Qué helado quieres?

Vaya... cuántas veces he escuchado esa historia en el bar. Afortunadamente todos tarde o temprano recuperan la alegría, así que estoy seguro que Mija pronto lucirá una hermosa sonrisa en su dulce rostro.

- ¿Así que eres profesor? Yo estudio en la universidad, estoy en Adminsitración ¿qué materia das? A lo mejor me toca contigo

Llegamos a la heladería. Un lugar agradable y tranquilo.

Me siento en una mesita muy coqueta con unas margaritas en el centro

- De vainilla, es mi favorito, gracias.

Asiente sonriendo antes de ir hacia el mostrador. Pide vainilla para Albert y stracciatella para él. Al cavo de un instante regresa a la mesita, tomando asiento tras colocar los helados.

-Sí, doy literatura y a veces historia o matemáticas. Pero esta última no me gusta – reconoció tomando un poco de su helado. Fresco y sabroso - ¿En qué curso estas ya? Administración es una buena carrera si consigues un empleo relacionado.

Observo mi helado y luego el suyo. No me resisto y con mi cuchara le robo un poco

- Esta muy bueno ¿de qué es?

Me sorprende que pueda ser capaz de dar materias tan diferentes. Debe ser un genio

- A mi tampoco me gusta, pero es lo que deja - dijo guiñando un ojo y sacando la lengua coquetamente - Estoy en el 5º semestre, aun me falta 3 para terminar. Espero conseguir un buen empleo aqui en la isla porque no quiero volver a la ciudad.

Alza las cejas por el robo heladil y sonríe permisivo – Es stracciatella de crema de leche y chocolate – explica, totalmente de acuerdo en eso de que esta muy rico. Es su preferido.

Escucha las palabras de Albert comiendo un poco más y haciendo una mueca cuando el frío lastima sus dientes sensibles. Le gusta la sensación.

-Ciertamente, además se usa para todo por desgracia – rueda los ojos en resignación – No he visto mucho de la isla todavía pero leí que está en expansión. Es posible que cuando termines puedas montarte un buen negocio. Espero que tengas mucha suerte… Y no sé, si alguna vez necesitas alguna tutoría pues… puedes decírmelo. Me gusta ayudar a los estudiantes, aunque no sean míos – ríe.

Hay un alivio cálido recorriéndole el pecho. En la isla empieza a sentirse ligero, libre, sin ese opresor peso que tenía el día a día de su vida anterior.

- Si es cierto, malditas matemáticas - digo alzando un puño al cielo - Era broma - sonrío

Me apresuro a comer mi helado porque comienza a derretirse.

- Será un placer pedirte ayuda, aunque hasta ahora lo llevo bastante bien. ¿Sabes? Por las noches trabajo como camarero en un hotel y el barman es mi novio que también estudia en la Uni. ¿porque no te vienes a tomar algo y después si quieres vamos a mi casa, así conocerás a mi compañero de piso

Una expresión de cómica sorpresa hace presa en el rostro del novelista. Ríe entre dientes y después en voz alta. Un sonido contagioso y tintineante.

Se muerde el labio inferior mientras escucha la proposición, removiéndose inquieto en el sitio. Quiere aceptar y ha estado a punto de decir que sí sin más; pero, no es muy decente que un maestro vaya con alumnos de la universidad a pasárselo bien en la noche.

Aunque…

-La verdad, me gustaría pero… ¿No se verá un poco mal que vaya con ustedes? – pregunta bajando la mirada oscura al helado y chupando la cuchara.

- ¿Porque? Lo que hagamos fuera de la escuela es asunto nuestro, además, todos somos mayoricitos para decidir nuestras amistades y por último profesor - digo riendo - no te estoy invitando a una orgía sino a una inocente reunión, así que no hay nada de malo en ello.


Aunque... conociendo a Gian y a Ray, quizás terminara en orgia, pero ¿para que asustarlo?

Tiene que reír de buena gana porque sabe que ha exagerado. Albert tiene razón. Son estudiantes de universidad y es su tiempo libre. Además no hay nada de malo en ir a conocer la isla, quizá hacer algún amigo de paso con el que charlar y pasar el rato.

-Cierto, estoy exagerando. Disculpa, es costumbre – sonríe agradable, ofreciéndole de su helado – Creo que aceptaré, tengo ganas de distraerme un rato y conocer los sitios divertidos de la Isla. Sería vergonzoso pasarme aquí más tiempo sin ver más que la playa, el parque y la universidad…

Entretenido con la idea cierra los ojos para luego abrirlos y guiñarle uno al muchacho.

- Entonces no hay nada más de que hablar - respondo contento de que se tome las cosas a la ligera y haya aceptado la invitación.

- ¿Qué te parece el viernes en la noche? Ray y yo saldremos temprano y creo que Gian, mi compañero de piso, estará en casa. El es moderlo y viaja bastante, pero el otro día lo escuché hablar con su agente y dijo que necesitaba algunos días de descanso.

Mi mente maquinaba una verdadera fiesta y no una simple reunión. A lo mejor podía invitar a alguien más. Así Mija tendría oportunidad de conocer a más personas y no se sentiría tan solo.

Sonrío complacido de que Mija aceptara. Le agradaba, aunque fuera un profesor de la universidad, y por eso queria ayudarlo a hacer amigos.

Albert buscó en su bolsillo y sacó su celular

- Nunca salgo sin él - bromeó

Intercambiaron números

- Pues entonces tenemos una cita. Yo creo que te llamaré entre mañana y pasado para confirmarte que todos estaremos listos para recibirte. Con Ray no creo que haya problema, pero Gian aveces tiene que salir de viaje ¿Juegas a las cartas? - preguntó pensando que si eran cuatro bien podrían jugar poker (de prendas por supuesto) y esa idea le hizo reír con picardía mirando a su nuevo amigo. Era guapo, aunque se veía algo tímido, pero eso tenía remedio. Un par de bebidas de Ray y Mija se deshinibiría por completo.

Sonrío complacido de que Mija aceptara. Le agradaba, aunque fuera un profesor de la universidad, y por eso queria ayudarlo a hacer amigos.

Albert buscó en su bolsillo y sacó su celular

- Nunca salgo sin él - bromeó

Intercambiaron números

- Pues entonces tenemos una cita. Yo creo que te llamaré entre mañana y pasado para confirmarte que todos estaremos listos para recibirte. Con Ray no creo que haya problema, pero Gian aveces tiene que salir de viaje ¿Juegas a las cartas? - preguntó pensando que si eran cuatro bien podrían jugar poker (de prendas por supuesto) y esa idea le hizo reír con picardía mirando a su nuevo amigo. Era guapo, aunque se veía algo tímido, pero eso tenía remedio. Un par de bebidas de Ray y Mija se deshinibiría por completo.

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PERDÓN!!!!! T_T en lugar de decirle quote le puse Edit y edité tu post... lo siento muchísimo... soy una bestia peluda ;_; estoy apenadísima, lo siento..