Caminata por la tarde

Como siempre hacia, sali a caminar por la tarde, un pantalon de vestir negro y una camisa verde aceituna me acompañaban aquella tarde, con aire despreocupado y relajado, dejando que la brisa de aquella isla meneara mis cabellos

Pensaba en el trascuros de mi caminar hasta llegar a un parque, me adentro y veo una banca desocupada pero no me atre sentarme asi que sgo caminando hasta ver un árbol grande y frondoso con una agradable sombra y me encamino ahi para sentarme en el pasto recargandome en el tronco y ver la tarde pasar

-creo que tenia mucha razon, esto se siente muy bien-

Al salir de mi apartamento me deleito con el ambiente que se aprecia esa mañana, una suave y fresca brisa que acaricia suavemente el rostro y un bello cielo despejado se extiende hasta perderse en el horizonte. Comienzo a caminar dejando que mis pies me guíes hacia donde quieran, dudo que haya un lugar más agradable que otro con una mañana tan bella.

En el camino me encuentro con un par de conocidos con los que me detengo a platicar; no se cuanto tiempo ha pasado desde que salí, pero por la posición del sol me doy cuenta de que demasiado; a la hora del almuerzo ya la he perdido por lo menos. Llego a un almacén para comprar un paquete de galletas y así no saltear demasiado las comidas y emprendo nuevamente caminata.

Paso por el parque y me detengo contra un árbol para comer las galletas antes de regresar al apartamento cuando escucho una frase que llega a mis oídos como un débil susurro; camino hasta llegar al otro lado del árbol oobservando a un joven que permanece recostado contra este. Su rostro se ve tan sereno, lleno de paz, que incluso me parece coenzar a sentir lo mismo.

Me encontraba conmis pensamientos hasta habia cerrado los ojos para sentir el ambiente de mi alrededor, pero tegia muy agudisados mis sentidos asi que siento que alguien se aserca y abro los ojos que ven hacia arriba y de lado topandome con la precensia de otra persona, me quedo viendola

-Buenas tardes..- rompo el silencio

Por un momento parece como si estuviese flotando en las nubes, creo que me he dejado llevar por las sensaciones que llegaron a mi pero la misma voz que oí no demasiado tiempo atrás vuelve a oirse. Observo atento a la persona de la cual proviene, notando su celeste mirada enfocarse en mi.

-Buenas tardes- devuelvo el saludo notando que por mi causa ha salido de sus pensamientos importante quizás- Disculpe si he interrumpido su meditación.

niego levemente con la cabeza -no te preocupes, no era nada importante - el silencio se vuelve a hacer presente y nos quedamos viendonos

-me llamo Kenneth mucho gusto- rompo de nuevo el silencio, siento que nos observamos mucho tiempo, y esque en realidad en ese momento no queria que nadie me viera tan fijo, ya que me provocaba poner otra expresion de cautela que siempre tomaba en la oficina

-Mi nombre es Damart, Anthony Damart, y el gusto es mío señor Kenneth- respondo luego de escuchar su presentación, creo que lo estoy incomodando demasiado al observarlo tanto, y ni siquiera se por qué lo hago solo que no puedo evitarlo, aunque parezca algo tonto así es.

-¿Le molesta si le acompaño?- pregunto para no importunar, quizás tenga otros planes así que más vale aserciorarse.

Y una pequeña sonrisa se forma en mi rostro "señor" esa palabra siempre me daba risa pero era verdad ya ami edad lo era, pero normalmente me lo decian por ser la autoridad

-Claro que no Anthony, puedes acompañarme si gustas - hago un ademan con la mano indicandole que se sentara

-Con su permiso entonces- me acerco hacia él y tomo asiento sobre el césped, a su lado, cuando un fresco sin llegar a ser frío viento empieza a soplar; una pequeña sonrisa se dibuja en mis labios viendo algunas hojas ser llevadas por la corriente de aire, creo que hay aspectos en que jamás dejaré de ser niño.

-Siempre me ha gustado esto, la forma en que las hojas danzan cuando son llevadas por el viento- digo casi en un susurro sin desviar a vista de las mismas.

Se sienta a mi lado, nos quedamos en silencio y un frio viento que para mi es agradable sopla moviendo mis cabellos y los de Anthony

El rompe el silencio cual hace que volte a verle -si, es algo hermoso, a mi me gusta salir a caminar por las tardes hasta que anochesca, es relajante y puedes llegar a persivir muchas cosas que valen la pena -

-Dime Anthony vives aqui? trabajas?-

-A mi también me gusta, y cuando no estoy ocupado aprovecho para hacerlo- ahora lo veo a la cara al hablarle- Si, hace unos años que estoy viviendo aquí, en un cómodo apartamento, y trabajo de modelo, prinipalmente de ropa interior

-¿Usted vive aquí o solo ha venido de paseo?- pregunto quizás algo intrigado, nada se descarta en esta isla, hay tantos habitantes como turistas dando vueltas por ahí.

Lo escucho y nuestras miradas chocan, ya no me incomoda tanto, porque me mira diferente de como antes

-Ya veo, asi que debes de disfrutar de tu vida aqui, eso esta muy bien sonrio de lado cuando me dice su oficio

-asi que modelo - mi ceja se eleva con suavidad

-debes tener bastantes admiradores verdad- comento nada mas

-No, yo no vivo aqui, acabo de llegar hace dos dias, e venido a tomar unas vacasiones por asi decirlo, pero no estaria mal vivir aqui, es bastante tranquilo y relajado, lastima que no pueda-

me recargo de nuevo al tronco y miro el cielo como ya tiene tonalidades naranjas

-Pues si, en verdad lo disfruto, cuando se tiene el tiempo de hacerlo es algo en verdad grato- explico, con toda la emoción consecuente al hablar del tema, el cual por mera deducción se puede decir que me gusta, quizás a algunos les parezca algo tonto pero para mí no lo es, al igual que la lluvia esto tiene su magia, jamás dejaré de admitir que la naturaleza otorga espectáculos más bellos que cualquiera que pueda ser creado por el hombre, aunque éstos también tengan su encanto jamás se compararán con los fenómenos naturales.

-Sí, puede ser- respondo a su pregunta más retórica que algo más, luego de meditar un momento- Pero no es algo que haga porque quiero; me explico mejor, no es que me desagrade mi trabajo, me gusta, pero solo lo he tomado ya que cuando llegué aquí fue el primero que se me presentó. De todas formas no me considero para nada diferente a nadie, soy un ser humano como tú o como cualquier otra persona que puedas ver en esta isla, no me considero más, pero tampoco menos que nadie.

-Pido disculpas, has venido aquí para relajarte y disfrutar y yo te estoy aburriendo con mis discursos que ni fundamento tienen- digo un tanto arrepentido por importunar de esa manera he sido un desconsiderado al no tomar en cuenta sus necesidades.

Me habia quedado en silencio escuchandolo, tenia una leve sonrisa, y estudiaba cada una de sus expresiones y emociones

-Eres un hombre bastante modesto- comento y luego nego con la cabeza por lo ultimo -No, no te preocupes, estoy bastante relajado tambien con tu compañia, aparte no me molesta escucharte, al contrario me parece bien que me cuentes, hace mas interesante esto-

-como desia eres un hombre bastante modesto, pero con tus apasionamiento al igual por las cosas de tu vida, no de banguardeas de tu trabajo y te emociona mas un simple paisaje, eso me agrada, no eres presontuoso sino amable, me gusta-

me levanto sacudiendo mi pantalon y bajo mis ojos a los de Anthony -me acompañarias a caminar un rato, porlomenos a que anochesca ya no tarda-

Sonrío ante sus palabras, me agrada que no se haya molestado, ahora que lo pienso creo que ni en toda mi vida he hablado tanto como en estos últimos minutos; bueno, cosas de la vida, creo que debería dejar de ser tan extremista… Algún día.

-Puede que así sea, es que en verdad no encuentro motivo alguno para sentirme más que nadie, ¿y usted?- pregunto un tanto curioso, no parece del tipo de persona que va por la vida creyendo que es el mejor y todo gira en torno a él, tiene más aires de ser una persona humilde. Sé que son palabras muy pesadas siendo que recién lo conozco, pero me ha dado una buena primera impresión y eso por lo general no me falla, claro que como en todo hay excepciones pero creo, o espero al menos, que esta no la será.

-Es todo un honor caerle bien a una persona que se ve tan agradable como usted, quizás pueda contarme un poco sobre sus gustos o lo que desee, si no le incomoda ni molesta claro- le veo ponerse de pie, al principio me sorprendo un poco, temiendo que quizás se haya enojado por la propuesta, pero me tranquilizo bastante al escuchar la suya; llevo caminando solo desde la mañana, por supuesto que no me negaría a hacerlo con tan grata compañía- Será todo un placer- susurro incorporándome también y acomodando mis prendas.

Me quedo callado por sus palabras desvio mi vista hacia cualquier lugar -No pero, en el medio donde debo estar debe ser asi, si no quieres acabar siendo pisoteado o ultrajado, debes demostrar ser mas que los demas pero siempre procuro tener amabilidad aunque a veces no se pueda-

-Pero me gustan como estos momentos cuando eso no es necesario- vuelvo a verlo con media sonrisa, no podia decirle que no era asi, ya que si lo hera siempre con la grandesa de ser mejor que otro y llevar el control esa era su vida no podia cambiarla

Cuando acepta acompañarme, sonrio un poco lo espero y comienzo a caminar -No se que quieras saber de mi, mis gustos, lo que me apasiona es tocar el Chelo, leer, y tener mis caminatas por las tardes como ahora-

-Y ati Anthony cuales son tus gustos -

-Le entiendo- digo luego de escuchar su explicación, no sé cómo será su medio, lo que si se es que de seguro no me agradaría encontrarme en él, creo que no tengo el carácter como para andar tratando a los demás como seres inferiores pese a que sea necesario hacerlo para imponer respeto.

-¿Mis gustos?- permanezco algo pensativo un momento, trayendo a mi mente las palabras que usaré en respuesta- Pues… Estas caminatas me agradan mucho, también observar el cielo en la noche y los diferentes fenómenos climáticos, ya sea lluvia, granizo o solo viento- mientras respondo continúo meditando un poco su respuesta- Nunca he escuchado un chelo, pero deduzco que ha de ser un instrumento muy querido por usted debido a la forma en que se refiere a él.

Comenzamos a caminar por aquel parque, con aire tranquilo y sereno, amaba esas tardes de tranquilidad donde el trabajo estaba afuera y solo estaba lo trivial

-Parece que te gusta mucho estar al aire libre, me gustan los dias nevados- comento tras su respuesta, volteando a verlo cuando me habla sobre mi instrumento mas querido

-Si, es muy querido para mi tanto que hasta lo eh traido conmigo, si nos volvemos a encontrar y hay la oprtunidad tocare para ti si me lo permites-

Sonrio por hablarme tan formalmente -Sabes puedes tutearme si gustas, no me incomoda que me hablen de tú-

-Tenemos un par de gustos en común entonces- hablo con el tono de voz justo para que me escuche. Me parece algo extraño haberme encontrado con una persona que comparte algunos de mis gustos, más no por eso me es desagradable sino todo lo contrario, me alegra tener cerca a alguien con quien platicar sobre temas de interés mutuo.

-Sería todo un honor poder escucharle tocar- exclamo escuchando posteriormente su comentario- Disculpe, acostumbro tratar de esa manera a las personas con las que no tengo mucha afinidad, más por respeto que por algo más, pero comenzaré a tratarle... tratarte de tú.

Asiento ante su comentario de nuestros parecidos gustos, no me desagrada al contrario me gusta conoser personas cuales comparto opiniones iguales pero en distintas maneras a la vez

-Comprendo, pero en verdad me la paso escuchando como me llaman de usted siempre en mi oficina que ahora que descanso es lo que menos quiero oir-

-Aparte, creo que con esta platica puede que sea suficiente para tutearnos mutuamente-

Al escuchar sus palabras pienso en lo que sucede conmigo para entender mejor como se siente; a mi todos en el estudio me llaman de usted, o casi todo al menos, y me parece en realidad incómodo, por lo visto lo mismo que sucede con él aunque no se exactamente qué sentimiento provoca en él.

-Creo que se como te sientes, y si prefieres que te hable de tú entonces así lo haré Kenneth; también creo que la plática que hemos llevado hasta ahora nos ha acercado lo suficiente como para tratarnos de forma un poco menos formal.

Sonrio gentilmente -Gracias, creo que puedo decir tambien gracias por acompañarme esta tarde, a decir verdad a un no conosco a nadie cual pueda salir y platicar o andar por ahi - le expreso mi comodidad de su compañia

Lo que queria era conocer personas para salir mas por aquella isla

-Que edad tienes Anthony?-

-No es necesario que agradescas- digo sonriendo cálidamente aunque no sea demasiado notoria- Ambos nos hacemos compañía mutuamente, es mucho más agradable que estar solos, ¿no?- mientras lo observo escucho la nueva pregunta que me formula.

-Tengo 26 años, ¿y tú?- pregunto algo curioso, aunque ocultándolo fácilmente, por lo visto ha de ser más joven que yo, aunque dudo que lo sea por mucho.

-Asi es es mucho mas agradable.. tener compañia - le sonrio de lado mientras caminando viendolo de soslayo no pasando desapersivida ea calida sonrisa

ensancho mi sonrisa -haci que 26.. eres un año menor que yo tengo 27 años - respondo simplemte

aunque no falta mucho para que cumpla los 28

-¿En verdad?- las palabras salen automaticamente de mis labios, sin llegar a procesarlas siquiera luego de escuchar su respuesta; me es imposible ocultar la sorpresa, pero eso es lo de menos- Hubiese podido jurar que era mayor que tú.

Seguimos caminando sin rumbo fijo, disfrutando tanto del bello paisaje como de la fresca brisa que se deja sentir. El día es tan agradable como la compañía, algo bastante difícil de conseguir.